Si la fiesta del carnaval NO exalta a Dios, ¿entonces a quién?
Carnaval significa “Fiesta de la Carne”, y en sus orígenes era una fiesta religiosa. En Vísperas de la cuaresma, y ante la perspectiva de pasar cuarenta días en abstinencia de la carne, en tiempos antiguos la gente comía en exceso, entre el domingo y el martes, se pintaban, disfrazaban y por sobre todas las cosas criticaban y burlaban haciendo caso omiso a sus señores, lideres religiosos, y demás autoridades; todo ello bajo la invocación, del dios pagano “Momo”, dios de la burla en la mitología Greco-Latina.
Al dios Momo se le presentaba como un personaje estrafalario, coronado con un ridículo gorro adornado de cascabeles, siempre mantenía una mueca constante de carcajear, una máscara que le cubría la mitad del rostro, y también en su mano sostenía un muñeco, símbolo de la locura Báquica, baco “dios del vino”.
Carnaval – festival (carne a Baal). Fiesta que se hacía en honor a tres dioses; Eros = sexo; Pan = música y Baco = licor. Es una burla de la trinidad de Dios (Padre, Hijo y Espíritu santo).
Ahora reflexiones por un momento; fiestas y parrandas, bailes obscenos, cuerpos al descubierto, insinuaciones a relaciones sexuales, violencia, alcohol, drogas, desenfreno: ¿Es acaso esto una fiesta propicia para que un Cristiano debería celebrar?; Por supuesto que no.
Por usar estos días para descansar (en el caso de las escuelas que suspenden clases), no hay ningún problema, pero si asistir al carnaval quiere decir “desenfreno, lujuria e idolatría con antifaz”, la respuesta es: Apártate del mal y haz el bien.
No participes en las actividades que ofenden a Dios. Lo que no es PARA Dios, es CONTRA Dios.
Bendiciones!
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