Antes que empezar a pedir por cualquier cosa, pidamos porque Dios sea revelado en nuestras vidas! Es decir, que entendamos quien es Dios y que es lo que quiere de nosotros, sólo así podremos iniciar una estrecha relación con El y conocerlo para luego empezar a orar por otras cosas.
Cuando nosotros hemos aceptado a Cristo en nuestro corazón, el Espíritu Santo vino a nosotros para marcar nuestra vida y es precisamente El y nadie más quien nos va a dar a conocer quien es Dios, pues es su misma escencia.
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